jueves, 20 de enero de 2011

llegaron los del SALARIO MINIMO

XXV ANIVERSARIO 22 de Enero 1986-2011 HACE 25 AÑOS GRABAMOS NUESTRO PRIMER CASETE AQUI PODRAS ESCUCHAR LAS CANCIONES Y LEER ALGO DE SU HISTORIA LA PESETA del anecdotario Corrían los primeros meses de 1982 y el Betoques andaba a sus anchas en la vendimia, como si fuese un agente profesional de seguros. Su facilidad de palabra más su estilo a veces cantinflesco le ayudaba para sostener largas conversaciones sobre todo cuando se trataba del sexo femenino. En aquella ocasión lo acompañaba el Per y fueron a parar hasta Querétaro, aprovecharon para visitar a los compañeros del grupo Apax Chacan y después de despedirse como mil veces en camino rumbo a la central de autobuses pasaron al mercado por un poco de fruta que era para lo que les alcanzaba, así es que se dirigieron a un puestecito en donde vieron que estaba más barata la mercancía y posterior a escoger la mas magullada y entrarle al “señito no sea mala déjemela más bara mire que venimos desde México, etc., etc.” y demás artimañas de la que el era experto, pues la señora accedió al regateo y fijada la cantidad el Betoques voltea hacia el Per y le dice como solía (y aún suele decir) “OK carnal dale las monedas” cuando para sorpresa de los dos después de esculcarse en los bolsillos primero de uno y luego de otro se encontraron con que estaban cortos y no contaban ni con una peseta. Pocas veces se le había visto al Betoques con la cara roja completamente pues no le apenaba el no disponer de un solo centavo, a veces era ya lo acostumbrado, sino el hecho de tener en la mano una manzana pero no poder decirle “disculpe seño no traemos dinero” y regresarla; puesto que ya le había dado un par de mordidas y el Per no quedándose atrás ya había pelado el plátano y con los dedos muy finamente le había limpiado los hilos y unas manchas negras que le había dejado su grado de madurez. En esta ocasión no se trataba de un juego de jóvenes ni el clásico de la comida corrida ni mucho menos el subirse por la puerta de atrás en los camiones cuando estos están atascados y solo unos cuantos pagan el pasaje que va de mano en mano. La señora extrañamente nos dijo “no se preocupen jóvenes esta bien” y cuando nos disponíamos a vaciar el morralito que cargábamos ya con una buena dotación de frutas para el camino nos volvió a repetir las mismas palabras e incluso ahora utilizando sus manos para expresarse. Caminaron entonces rumbo a la central y se sentaron en las bancas de un parque situado en mero enfrente y mientras el Per pelaba una naranja el Betoques le dijo “te acuerdas del Blackaman”. Como no se iba a acordar el Per si el mismo le había presentado a ese personaje de los cuentos de Gabriel García Márquez, como no se iba a acordar si gracias a eso establecieron una gran comunicación telepática, pero en ese momento no había el humor para el juego, no obstante el Per le pregunto “¿a que viene eso?” a lo que el Betoques le respondió “pues en el momento en que estábamos sacando del morral la fruta para devolvérsela a la señora vi al Blackaman”. El Per inmediatamente se asomo al morralito y le dijo “si aquí lo traigo” a lo que el Betoques le dijo “préstamelo tantito”, el Per accedió y metió la mano al morralito, dándole el librito no sin antes sacar unos tarjetones que estaban envueltos dentro de el. “No, no, no” rápidamente reacciono el Betoques “te dije que me dieras al Blackaman”, entonces el Per le entrego los tarjetones envueltos. Con una gran calma y agilidad el Betoques desenvolvió el paquetito y saco los tarjetones, “vente carnal” le dijo al Per y se dirigieron de regreso al mercadito, ahí encontraron a la señora del puesto de frutas un poco ocupada y pacientemente esperaron a que se desocupara, una vez ocurrido esto último el Betoques comenzó con sus monólogos para después de un largo rato extraer uno de los tarjetones en color blanco con tinta roja que no era ni nada más ni nada menos que uno de los bonos de solidaridad por la cantidad de cien pesos de aquel entonces y que sería canjeable por el disco de Salario Mínimo cuando este saliese. El Per suspiro por la grandiosa idea de darle el bono solidario a cambio de la fruta que no era ni la tercera parte del costo, pero el gesto de la mujer lo completaba, pensaba “ya entre los dos a partes iguales cubriremos los cien varos para que entren a la caja del Salario” así se lo había expresado telepáticamente con una mirada al Betoques cuando para sorpresa la señora extrae del mandil un pañuelo que enrollaba a unos billetes y les entrega el equivalente a un bono de solidaridad. Como era domingo el mercadeo estaba bastante ocupado, así que no tuvieron otra que agradecerle por su solidaridad, amabilidad y demás ahora no querían interrumpirle su trabajo y distraerla de su clientela por eso es que al momento de la despedida la señora les daba señas con la mano para despedirse y para que agarraran más fruta a lo que mutuamente el Betoques y el Per se dijeron que no había que ser manchados y salieron presurosos a tomar la flecha roja rumbo al DF. Durante todo el camino el Betoques se acomodo en su clásico estilo de Chac Mool durmiendo durante todo el camino, el Per no pudo pegar el ojo, no por los ronquidos de su compañero sino pensando en la señora “¿nos conocía?, ¿nos habrá visto antes?, ¿quizás durante una de nuestras funciones en una de las plazuelas de esa ciudad colonial?, ¿tendremos la posibilidad algún día de entregarle el disco prometido?” En efecto en los inicios de la década de los 80’s, dentro de los proyectos de trabajo fue la grabación del primer disco de SALARIO MINIMO, no se contaban con los fondos suficientes y en ese tiempo eran muy contadas las funciones que eran retribuidas lo único que se le pedía a los que nos invitaban a un evento era la transportación y cuando había algo en la caja de ahí salía para pagar los pasajes rumbo a la mixteca oaxaqueña. Unos estudiantes, otros obreros y más que todos en el desempleo hacían difícil el que se pudiesen cubrir todos los costos. Buscamos todas las opciones desde el pensar que a una disquera le interesara producir lo que hacíamos hasta buscar apoyo de los sindicatos y de las organizaciones populares, así es que se nos ocurrió en sacar unos bonos solidarios, pero dado al poco margen de distribución y ventas que tuvimos el disco quedo en espera. Con el cambio de instrumentación y de repertorio y ante la pregunta de siempre “cuando sacan su disco” nos trazamos nuevamente esa tarea, teniendo ahora favorablemente mayor difusión nuestro trabajo y mínimamente una fuente de ingresos que siempre repartíamos a partes iguales, llego la primera oportunidad al proponerse mutuamente con el grupo Apax Chacan de la ciudad de Querétaro el editar un disco que nos ayudaría con los costos ya que estos serían por mitad y la distribución se doblaría, compartiríamos nuestros repertorios e incluso montaríamos algunas canciones conjuntamente. Lamentablemente no se pudo concretar ese esfuerzo a pesar de que ya se le había avanzado al proyecto (en el número anterior en nuestro anecdotario “COMO ALMA EN PEÑA” damos algunas razones del porque). Posteriormente nos reanimamos el poder hacer el disco junto a León Chávez Teixeiro pero también se trunco el sueño (en el numero 2 en el anecdotario “DE NUMEROS” también damos las razones del desencanto). Durante este tiempo el único consuelo fue pararnos en un estudio para apoyar junto con Los Nakos la grabación de Mario Esteva. Nuestra participación aunque fue secundaría nos sirvió de entrenamiento y de una visualización de un estudio de grabación, puesto que seleccionar o componer canciones, montarlas, ensayarlas, arreglarlas y presentarlas en vivo ante un publico es algo muy diferente al trabajo dentro de un estudio de grabación en donde el tiempo es igual a dinero. Así es que en los finales del 85 decidimos el de una vez por todas entrarle a producir nuestro primer disco ya pendiente de años atrás, pero dado los recursos económicos y el cambio en la instrumentación y repertorio decidimos hacerlo como un demo que es como se le conoce en el medio a una grabación semiprofesional y/o casera. Ya posteriormente con los ingresos de las ventas de este podríamos financiar ahora si nuestro disco. Repartidos los trabajos el Per fue el encargado de manejar la mezcladora, puesto que al estar grabándose en directo no podían estar todos tocando y dejar los niveles y demás sin control alguno. Las primeras sesiones se llevaron a cabo en la Antigua Casa de los Salarios, unas en el salón del fondo y otras en el patio, sin embargo nuestro equipo no podía eliminar del todo ruidos y zumbidos, después nos fuimos a Neza a la casa de un amigo de Cesar que tenía otra mezcladora, pero los resultados eran los mismos así es que no habiendo de otra tuvimos que irnos a la búsqueda de un estudio profesional, cuando comenzamos a preguntar costos y tiempos esto se nos hacia inalcanzable, se nos recomendaba que por mínimo tendríamos que usar unas 80 horas de estudio y que en el caso de los novatos se absorbían unas 150 horas por la inexperiencia y poco conocimiento de un estudio de grabación. Después de estar tocando puertas y llamándole a los amigos por fin los compañeros del Yolocamba I Ta que recién habían llegado de una gira por Canadá y por eso no los encontrábamos nos dijeron “vayan con Alejandro es muy buena persona y conoce muy bien de este trabajo, además les puede dar un muy buen precio pues el estudio lo tiene montado dentro de su casa” y en efecto así fue el estudio lo tenía montado dentro de un departamento en unos multifamiliares por el sur de la ciudad, con la mezcladora Tascam que ocupaba casi toda la mesa del comedor y una sola habitación como cabina, sin tener visión (es decir un vidrio donde verse unos a otros: los músicos y el ingeniero de sonido). Después de hablar con el todo estaba perfecto salvo que para el total de horas que nos daba nuestro presupuesto era un total de diez. La grabación total de las nueve canciones es de una hora aproximadamente lo que nos daba una hora y minutos por canción. Nosotros pensábamos que se podía hacer en directo, es decir como si estuviéramos tocando en vivo, pero por la cuestión de los instrumentos eléctricos como el bajo y la guitarra, mas el amplificador (la pastilla) al tresillo, las percusiones mayores (bongoes, tumbadoras y timbal), las percusiones menores (maracas, gúiro, clave y pandero) y los micrófonos para la voces y los coros pues le hacían las cosas muy difíciles en tan pequeño espacio. Entonces lo que nos sugirió y que así hicimos fue grabarlo en tres partes, la primera solo la música, la segunda las voces y coros y la tercera las percusiones menores. Fueron dos días de trabajo en el estudio en donde la magia del Blackaman nos ayudo a salir adelante sin mayores contratiempos salvo el de Lalito. Y es que sucede que ahora el se había convertido en la nueva “flauta humana”, ocupando el puesto vacante después que el Per la primer “flauta humana” se puso hacer teatro, por ese tiempo Lalito estaba muy preocupado pues en su cara habían aparecido escoriaciones y salpullidos, pudiera haber sido una cuestión dermatológica pero ya llevaba semanas sin alivio alguno, no le molestaba tanto la enfermedad en si, sino el perder su imagen galante de modelo, sabiendo el que siendo el más pequeño de edad de los Mínimos por lo regular solía ser tratado tiernamente por todos. Alto, delgado, casi gúerito y con su pelo afro que a veces se lo dejaba crecer y en otras lo mantenía al ras. No se preocupaba por las muchachas ni siquiera por buscar pareja en los bailes, a el le bastaba meterse solo en la pista, del vino ni una gota, así es que sin ningún vicio esta situación lo mantenía muy preocupado. Las últimas presentaciones las había solventado y en las grabaciones caseras no nos había comentado nada al respecto de su padecimiento. Como niño chiquito a veces desoía a los mayores que le decían ve al doctor para que te cure, así es que alguien maliciosamente le dijo que lo que tenía era herpes buscando así espantarlo para que fuera corriendo al doctor, pero hasta eso fue en vano. Fue hasta la cuarta canción en que nos dimos cuenta que ese día, quizás hasta por los nervios se encontraba indispuesto para tocar, pero su parte no la podíamos poner en otro track y menos en espera por la situación del tiempo y la forma en la que estábamos grabando, por otra parte Per no le podía entrar al quite pues en primer lugar el encargarse de los controles en las sesiones caseras, en segundo lugar el hacer el trabajo del diseño e impresión de la portada del casete, en tercer lugar el nunca pensar en ese imprevisto y ponerse a practicar y por último que las portadas ya estaban impresas y no podíamos poner otra canción. Finalmente Lalito se puso las pilas y echando su mejor esfuerzo dadas sus condiciones se aventó su parte en la flauta. El ingeniero de sonido Alejandro Gonzáles de los Estudios Area se las ingenio con el poco tiempo y presupuesto para sacar un trabajo de primera y no conforme con ello nos regaló con improvisadas melodías de flauta que fueron la cereza del pastel de la grabación. Después de una semana teníamos ya el master en nuestro poder, ahora el problema era la maquinación, no salíamos de una y ya estábamos en otra. A tocar puertas de nuevo para ver quien nos podía fabricar nuestro disquito (perdón casete) pues algo de lo que ya sabíamos y que estaba lejos de nuestro presupuesto es que en ese entonces para maquilar un disco se necesitaba una cantidad minima de 1000 acetatos, para cubrir todo desde la pasterización hasta las placas, ya después se podían sacar en cantidades de a cien o más. Respecto al casete la cantidad mínima era de 200 cintas y la impresión de la portada era menor respecto a la de un disco, más aún si no iba a ser tan simple. Dentro de esa búsqueda nos topamos con José de Molina quien nos oriento al respecto y meses después hasta nos ofrecería que grabáramos dos canciones con el (pero eso lo dejaremos para otra anécdota). Y en una semana más ya teníamos en las manos la primera grabación de SALARIO MINIMO. Sus participantes: Daniel González, Rubén Rodríguez, César Hernández, Arturo León, Juan López, Manuel Lara, Eduardo Moncada y Fernando Morán quienes con la compañía de Anastacio Poblano y Silvestre López cumplieron con la misión de entregar UN DISCO PA’L PUEBLO, porque gracias a la amable Señora del mercado y a la generosidad de muchísima gente fue posible. Con la magia de Blackaman ahora todos los integrantes del Mínimo con la mirada telepática leían en cada uno la satisfacción y hasta el llanto interno. En menos de un mes se hizo la presentación en la antigua Casa de los Salarios, teniendo en una noche de baile la participación de nuestros amigos del Son Caleño, rápidamente volaron copias a Chile, España, Australia, Nicaragua, El Salvador, Colombia, Chile y ni que decir de nuestro México en donde en muchos rincones llego a hasta amenizar fiestas. Para los Mínimos el 22 de Enero de 1986 es una fecha histórica, el casete llegaron los del SALARIO MINIMO apareció justo en el tiempo planeado, justo en el momento preciso pues hasta le vino a dar otra proyección al trabajo del grupo. Y justo en estas fechas cumple sus 25 años. Su peseta.

martes, 4 de enero de 2011

NUEVA CANCION GRUPOS MEXICANOS DE LOS 70's

Comenzamos el 2011 con música de los grupos mexicanos de la nueva canción en los años 70's.