del anecdotario
Algunos compañeros nos preguntan ¿por qué no tocan canciones de José de Jesús Núñez Molina?, esto no es reciente aunque por medio de la cibernética no los han planteado de nuevo. A lo que siempre hemos respondido que en nuestros primeros repertorios incluíamos “Los Versos del Caracol” en una versión propia. Hubo montajes de algún par de canciones más pero la razón por que en esos tiempos no las interpretábamos es debido a que en casi a todos los lugares en donde éramos invitados a presentarnos nos encontrábamos con José de Molina (su nombre artístico con el que fue mayormente conocido). Lo mismo ocurría con otros cantores y grupos como León Chávez Teixeiro y Judith Reyes que pese a que nos gustaban sus canciones y las sentíamos necesarias, para nosotros era duplicar o hasta triplicar los mismos cantos pues otros solistas y grupos si lo hacían en una repetición constante. Cuantas veces no recordamos escuchar en un festival artístico “Obreros y Patrones” y/o en un acto cultural “Los Restos de Don Porfirio” aunque a veces con arreglos e instrumentaciones diferentes pero al fin y al cabo lo mismo, como si no tuviéramos creación propia o no conociéramos otras canciones. Además basta decir que nosotros teníamos un repertorio propio (de canciones heredadas por el compañero Walterio), y que por motivos de nuestra instrumentación y por agrado éramos más sabrosones. Así nos sucedió en una ocasión durante una huelga obrera en la que nuestro antecesor había sido José de Molina y en nuestro turno posterior al suyo interpretamos “Los Versos del Caracol” aprovechando que no la había cantado y que deseábamos mostrarle en agradecimiento nuestro versión a su propia canción en un estilo más guapachosos y dando pie a la improvisación del solista, esa había sido la “otra, otra, otra” canción con la que terminábamos nuestra participación y en la que de reojo observábamos en un principio su desinterés, después voltear su mirada hacia nosotros mientras firmaba algunos discos, sonreír y saludarnos con su sombrero hasta que finalmente mostrarnos su enojo y es que recién terminábamos de tocar nuestro compañero Nico le quita el micrófono al maestro de ceremonias y se pone a criticar a los artistas que vienen a vender sus discos en ves de ofrecer su solidaridad, Desde luego que no era una posición del grupo sino uno más de sus arrebatos con el cual de vez en cuando nos metía en problemas. Después de guardar los instrumentos algunos de nosotros lo fuimos a buscar para aclarar la situación pero ya no lo encontramos. Nos quedo entonces un sabor amargo.
José de Molina antes que dedicarse a la cantada fue un actor pero no encontró en esos tiempos la manera de desenvolverse en ese campo artístico, con el comienzo de su carrera como compositor y solista se encontró con la nula posibilidad de que alguna compañía disquera grabase sus canciones y que las compañías de corte independiente no existieran en México, no teniendo mas remedio que crear su propio sello “Nueva Voz Latinoamericana” y vender los discos por su propia cuenta ya que la distribución por medio de librerías y tiendas era muy reducida, le dejaba menor ingreso y le esclavizaba en un trabajo de grabación, maquinación, entrega y demás. Tenía que convertirse en empresario o sea patrón y tener sus trabajadores asalariados o sea sus obreros. Y como las ventas no eran demasiadas ni tampoco existía el suficiente dinero para invertir y producir mayores cantidades que le redujeran los costos y le incrementaran las ganancias, pues el llegaba a un acuerdo económico-solidario con quienes lo invitaban a participar en un evento. El solía decir que nunca cobraba por cantar, para eso se basaba en el dicho de “según es el sapo… según es la pedrada” y a cambio de equis cantidad de discos que le adquiriesen a equis precio el se presentaba, claro que como a veces era requerido en lugares lejanos por cuestiones de tiempo, transportación, hospedaje y comidas pues tenía que haber una manera para cubrir los costos de avión, hotel y demás. Creando así su propio sistema de subsistencia recorrió casi por completo el país, algunas ciudades de los Estados Unidos y algunos otros lugares más de Latinoamérica y Europa. En sus grabaciones le dio una variación al estilo acostumbrado al incluir la voz propia o de otros con textos que complementaran la canción, grabo 12 discos pero suficientes para testimoniar los movimientos sociales desde los años 60’s hasta el levantamiento zapatista de 1994, sabiendo el mismo de sus limitaciones técnicas y académicas invito a otros músicos a colaborar en los arreglos e incluso a compartir el acetato como sucedió con Amparo Ochoa, Othoniel Llamas, Los Nakos y otros. Esta discografía comenzó en 1971 con “Cánticos y Testimonios” y la primera vez que Amparo Ochoa grabara algunas canciones, será en ese mismo año en donde Amparo Ochoa graba su primer disco como interprete solista en el álbum editado por la RCA “De la Mano del Viento” titulo de la canción de la autoria del propio José de Molina. Eran los años en que existía una colaboración muy estrecha junto con el nacimiento de colectivos como el Grupo Arte Colectivo en Acción en donde podíamos escuchar los versos del poeta Leopoldo Ayala y a José Molina cantar mientras el pintor José Hernández Delgadillo trabajaba con sus murales. Pero también eran los años en que se recrudece la represión mediante la guerra sucia y el aniquilamiento de los movimientos armados por parte del gobierno mexicano. José de Molina deja en su discografía un testimonio de la lucha guerrillera, desde Rubén Jaramillo, Genaro Vázquez y Lucio Cabañas hasta el Ejercito Zapatista de Liberación. Ese fue el sabor acido de su canto rebelde.
Los días 10 de Junio y 2 de Octubre son fechas importantes para el calendario de la izquierda mexicana, porque no solo es recordar a los compañeros caídos en aquellas masacres y exigir justicia sino reafirmar los logros y conquistas de los movimientos estudiantiles más importantes y trascendentales del siglo pasado. Sea quien sea el convocante no faltan los mítines, las marchas y las manifestaciones por las calles céntricas de la ciudad de México, ya sea con rumbo a Tlatelolco, al Zócalo o partiendo del Casco de Santo Tomas. Asimismo se celebran diversos actos culturales en donde siempre se contaba con la presencia de José de Molina. Allá por los años 80*s nosotros trabajábamos activamente junto con otros grupos artísticos en la construcción de una coordinadora de trabajadores de la cultura, estos trabajos no eran solamente las reuniones y discusiones de proyectos, sino que también era el apoyo al trabajo de los foros y paralelo al empuje de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la Coordinadora Nacional del Movimiento Urbano Popular (CONAMUP) y la Coordinadora Sindical Nacional (COSINA), comenzamos a ser participes en las marchas como un contingente y a la vez elaborando volantes artísticos (en donde una comisión redactaba el texto-poesía estilo creación colectiva), esto fue desembocando en un solo programa artístico, es decir una presentación por medio de un guión en la que se hilvanaban y mezclaban música, poesía y teatro. Así se decidió participar en 1981 en la marcha del 2 de Octubre que culminaría en Tlatelolco y al final de esta nos trasladaríamos al atrio de la iglesia para hacer nuestro show. Fueron días de ensayo previo y momentos antes de comenzar la presentación hace acto de presencia con su guitarra José de Molina dispuesto a echarse unas canciones, quedaban menos de un cuarto de hora para que iniciáramos y entre los grupos se hacia el consenso y la decisión de que hacer ante esta eventualidad, por unanimidad se aprobó negarle su participación, pero para nuestra mala fortuna nos comisionaron (en el papel de cuates) para hablar con el y explicarle la situación (el más indicado por su amistad era el Llanero Solitito, pero en esta ocasión el no participaba en el evento pues tenía que estar en el hospital para el nacimiento de su hija) y ya se imaginaran los diálogos y las expresiones de algo que se estaba volviendo rispido, finalmente el acepto y con la guitarra al hombro se alejo. Algunos temían que por su carácter hiciera su show como cuando ocurrió en uno de los Festivales de Oposición efectuados en el Palacio de los Deportes en donde el había puesto un stand de sus discos y no había sido programado en ninguno de los foros y animado por jóvenes que lo conocían se dispuso a “tomar” un foro para cantar, la gente de seguridad se lo estaba impidiendo por lo que comenzó armarse el alboroto al grado de contar con la intervención de uno de los jerarcas del Partido Comunista que al ver el apoyo con que contaba finalmente lo dejo que cantara. Y este temor se debía a que ya teníamos una buena parte del publico que se estaba aburriendo con los rollos de los oradores y buscando acomodarse al frente. Y en efecto éramos cuates de José de Molina, porque a donde quiera que íbamos nos lo seguíamos encontrando y siempre buscábamos aclarar los malos entendidos pero nuestra amistad tenia un sabor salado.
Pasaron casi 4 años y entonces nos dejamos de ver con esa continuidad, pero no fue motivado porque el se haya enojado con nosotros sino porque el cambio de la instrumentación de lo acústico a lo eléctrico nos traslado a otros foros. Fue durante una presentación en las ruinas del terremoto de 1985 en un acto con las costureras días después de aquella tragedia del 19 de septiembre, cuando nos topamos con el de nueva cuenta. Lo primero que hizo fue preguntarnos por demás compañeros del gremio e intercambiar informaciones al respecto. Su carácter era diferente, para nosotros no desconocido pues años antes cuando se convoco a la formación del Comité Mexicano de la Nueva Canción, lo vimos no en las butacas del auditorio del CREA, sino en el estrado, compartiendo la mesa directiva al lado de Rene Villanueva, Gabino Palomares y Julio Solórzano entre otros. Este nuevo reencuentro ayudo para que nosotros ahora fuéramos los que lo buscáramos a el en los primeros días del año de 1986, teníamos ya en la mano las cintas de nuestra primera grabación y solo nos faltaba la maquila, habíamos tocado puertas con diversas disqueras pero no había una respuesta positiva, otras gentes del mismo gremio nos trataban de aventar sus asesoráis, consejos y demás pero al fin de cuentas le daban vueltas al asunto sin resolver nada. Fue con José de Molina con quienes se nos dio esa posibilidad y gracias a su ayuda pudimos al fin de cuentas editar nuestro primer casete que en este año cumplió 25 años, la grabación no entro dentro del catalogo de sus discos, pues para ese tiempo ya solamente editaba sus propios discos. Meses después de haber salido “Llegaron los del Salario Mínimo” el fue quien nos busco para ofrecernos participar en su siguiente disco “Terremoto” en el cual le faltaban dos temas: “El Camaleón” y “Al Tambor de la Alegría”. Para nosotros era un gran honor el participar en la grabación, ya se nos había cebado primero con los compañeros del grupo Apax Chacan de Querétaro, después con León Chávez Teixeiro y ahora que teníamos esta oportunidad con José de Molina se nos truncaba también puesto que era muy poco el tiempo para hacer los arreglos, montaje e ir al estudio y a que nosotros estábamos en una constante actividad y por los compromisos contraídos y los tiempos nos impedían nuestra participación. Pero mas que la respuesta negativa que le dimos a el, nos dolió que el compañero encargado no manejo bien la situación y dejo este asunto en un mal entendido. Si bien teníamos ya planeado hacer la siguiente producción “El Partido Proletario”, había la opción de que se le propusiera hacer con tiempo un disco conjunto compartiendo créditos y demás en lo que sería la continuación o segundo volumen de “Salsa Roja” al que quizás le llamaríamos “Sabor amargo pero sabor”. Paso así casi una década en que la relación se había enfriado, no fue sino posterior al alzamiento de los zapatistas en que pudimos conversar con el y aclarar situaciones. Entonces volvimos a ver el rostro de ser humano que el tenía, sus esperanzas y también sus temores al aniquilamiento de la lucha de los Zapatistas y del Subcomandante Marcos. Edito de manera emergente “De Chiapas con Amor” lo que a la postre sería ultimo disco. Nos platico de algunos otros proyectos como el establecer un Centro Cultural y quedamos en la posibilidad de hacer un disco con el. Como actor obtuvo los recursos para manejarse en un escenario y que le eran necesarios pues sus presentaciones eran acompañadas por su guitarra, por eso mostraba un carácter fuerte y hasta radical en el foro, también motivado por los golpes recibidos, mismos que lo llevaron a una sorpresiva muerte en el año de 1997. José de Molina es un cantor popular rebelde y combativo que a nosotros siempre nos dejo su sabor dulce, a pesar de la amargura, la acides y lo salado que nos ha tocado vivir.
domingo, 15 de mayo de 2011
domingo, 10 de abril de 2011
LOS CLASICOS MEXICANOS
En la mayoría de las ocasiones que hemos escuchado respuestas a la pregunta sobre ¿cual es la clase de música que nos agrada?, sobresalen la música romántica seguida de la música bailable y otras. Desde luego que cuando tratamos de especificar géneros sobran las polémicas y los gustos: unos que el rock, otros que la salsa, etcétera, etc. Es difícil unificar criterios y mas cuando se refieren a un abanico de ritmos y melodías, que dicho sea de paso, en su mayor parte hoy en día están en manos de la industria comercial destinada a producir cantidades y no calidades donde el objetivo primordial es el consumo y el abastecimiento de grabaciones encargadas de cubrir redes de entretenimiento que nosotros conocemos como conciertos, radio, televisión, cine, etc.; en un mercado que a veces parece saturado y competitivo pero con el desarrollo de la tecnología se convierte inagotable. Es algo tan cotidiano que sucede a todas horas en donde cada uno de nosotros estamos inmersos que llega al grado de bloquearnos el pensamiento, escuchamos al por mayor las canciones y ya no meditamos el ¿por qué? y ¿para qué? Los filósofos chinos resumían esto en una sola frase: “los árboles nos impiden ver el bosque”. Y a pesar de la variedad y las opciones logramos encontrar un común (que contiene una mentira) que si la sinceridad nos lo permite podremos denominarlo así: nos gusta de todo menos la música clásica.
No hay que culpar a nadie de este engaño ni de la ignorancia, ya que por generaciones vamos arrastrando verdades a medias, descubrir estas falsedades no es tarea laboriosa, lo que si lo es, es abrir nuestra mente y no conformarnos con los status que nos imponen los dueños y dirigentes de los medios. Señoras y señores, querámoslo o no, si nos gusta la música clásica, comenzando porque el concepto es equivocado y parcial, ya que a lo que le llamamos música clásica, no le corresponde correctamente el término, aunque quizás si una guía. ¿Cómo está esto? Pues bien la música que conocemos bajo esta etiqueta tiene grandes diferencias de acuerdo a su desarrollo y períodos, del cual de uno de ellos extraen el nombre para generalizar. Muchos se sorprenden cuando descubren que los inicios de este genero llamado música clásica comenzó su evolución en manos de la religión cristiana, que mediante las liturgias le fueron dando forma con los cantos gregorianos y con la primitiva escritura musical, por eso el DO, RE, MI, FA, SOL, LA y SI o sea los nombres de las notas musicales salen de los primeros versos de un himno en latín a San Juan Bautista (Ut queant laxis) en el siglo XI, del monje italiano de la orden de San Benito: Guido de Arezo, quien también instauraría el conjunto de cuatro líneas en colores que posteriormente desembocaría en el pentagrama. Y pasando de nación a nación en Europa, los diferentes reinados van construyendo escuelas y formas musicales con Francia a la cabeza (ars nova) en el siglo XIV, Italia (renacimiento) en el siglo XVI, Alemania (barroco) en el siglo XVII, llegando en el siglo VIII el clasicismo de donde se toma el nombre de música clásica para todo lo anterior y lo que le precede; y seguido a este periodo desembocarían el romanticismo y el nacionalismo en el siglo XIX, hasta llegar al siglo XX con el impresionismo y nuevas técnicas expresivas previas y posteriores a las dos guerras mundiales. Monteverdi, Bach, Vivaldi, Haendel, Haydin, Mozart, Beethoven, Litz, Chopin, Wagner, Verdi, Strauss, Dvorak, Tchaikovsky, Debussy, Ravel, Stavinski y demás compositores y ejecutantes musicales corresponden a distancias, periodos, etapas y géneros musicales distintos unos y otros que generalizadamente se le conoce como música clásica y que lamentablemente despreciamos y confundimos pensando que es “música aburrida”, para cerebritos, para extranjeros o para determinadas clases sociales. Y aquí estriba otro error porque desde niños la escuchamos sin imaginárnoslo, cuantas veces hemos visto las caricaturas en la televisión y no logramos reconocer que los fondos musicales contienen estos generos, en el cine en una gran cantidad somos receptores sin darnos cuenta, sin quererlo, aunque después cuando nos preguntan si nos gusta la música clásica, respondamos con un no. Pero a pesar de esta negativa seguimos y continuaremos escuchándola y hasta bailándola ¿cómo es posible? Claro que si: nomás acuérdense de los valses en las fiestas de quinceañeras. Por eso decimos que somos los clásicos mexicanos, los que negamos la cruz de nuestra parroquia y nos encomendamos a otros santos, en curioso malinchismo. Y así le podremos seguir continuando al asunto, que es largo y profundo, interesante desde el punto de vista histórico, saludable para nuestros oídos tan maltratados por el ruido musical y benéfico para nuestra forma de pensar ya que no esta peleado para nada con la música popular (otra generalización errónea).
martes, 22 de marzo de 2011
JUDITH REYES
LA FOTOGRAFIA DE JUDITH REYES FORMA PARTE DEL ARCHIVO FAMILIAR Y SE PUBLICA JUNTO CON EL ARTICULO BAJO AUTORIZACION. DERECHOS RESERVADOS
lunes, 21 de febrero de 2011
achis, achis los mariachis
¡Qué el fandango no se vaya al fango!
Corrian los primeros veinte años del siglo XVI cuando los jardines de nuestra cultura nacional fueron pisoteados por los invasores extranjeros: los españoles, venidos de allende el mar. En una guerra cruel fue vencida la resistencia, cayendo en manos del conquistador la plaza de los poderes situada en Tenochtitlán. La espada con la ayuda de la cruz “en el nombre del Dios Cristiano” utilizando las llamas infernales se hicieron cargo del sometimiento, tratando de borrar la ciencia y los legados, exterminando los campos florecientes cultivados por generaciones Olmecas y Toltecas. Por las buenas o por las malas siempre más se segundo que lo primero. Pero entre las cenizas de aquel fuego sobrevivieron semillas y en lo silvestre los frutos siguieron alimentando a nuestro pueblo. No nos mataron porque si no ¿quién sembraría?, ¿quién habría de ser el sirviente?, pero nos dejaron moribundos, más bien nos convertimos en los espectadores de las fiestas, pero no de aquellos que están en una galería o butaca sino quienes no tienen acceso a la celebración, porque “pobre de aquel que se atreva a …” Muchos murieron en los intentos, pero siempre se cuido a la raíz y a pesar de los pesares nuestros sones mexicanos prevalecen, algo que es nuestro orgullo, lamentablemente ahora se tienen que cuidar de otros seres sin rostro pero reconocidos por todos: los mercaderes de las sociedades anónimas, aquellos que por el afán del lucro están deshonrando nuestras tradiciones, entre ellas las de los fandangos o para que ustedes los entiendan mejor la del Mariachi y sus sones.
Hagamos un poco de historia… En la región de occidente entre lo que ahora constituyen los Estados de Michoacán, Colima, Nayarit y Jalisco, en forma paralela al mestizaje surgen Los Jarabes. Con gran influencia Arabe de donde provienen los vocablos “xarab” españolizado previamente como “sarao” y posteriormente como “jarabe”. Proveniente de la Zambra y del canario emerge el fandango español que en nuestras tierras adquirirá el nombre de jarabe y que junto con el son, palabra cien por ciento latina “sonus” o sea sonido, comenzaran a bailarse aunque en una forma muy primitiva y oculta, porque eran prohibidos bajo pena de excomunión por la santa Inquisición ya que “resucitaban las almas”. Bailes indecentes que los obispos de aquellos tiempos se quejaban con las siguientes palabras “…entre nuestros súbditos, se va introduciendo o, por mejor decir, esta ya introducida la peste de las almas y la ruina de la modestia y pudor cristiano”…”especialmente ciertos bailes lascivos y llenos de abominación indignos de nombrarse entre cristianos, que por sus canciones, gestos, movimientos, horas, lugares y ocasiones en que se ejercen y frecuentan…” Algunos de los nombres de estos jarabes y sones son: La Manta, El Gato, La Prosesora, El Susurro, El Ambar, El Artillero, Los Enanos, El Atole, El Guajito, El Palomo, El Durazno, etc., etc. Pero si hablar era delito, imagínense cantar y tocar. Basta mencionar que precisamente por esa prohibición a ejecutar los instrumentos de cuerda del viejo mundo y por el impedimento de hacer sonar nuestras ocarinas, flautas, tambores y sonajas, el pueblo mexicano crea sus propios instrumentos; naciendo así la vihuela y el guitarrón, entre otros instrumentos que surgirán no solo en muchas regiones de México sino también en lo que ahora es Latinoamérica. Con una dotación rudimentaria que incluye la vihuela, la guitarra de golpe o “mariachera”, violines y variantes según la región arpa y guitarrón, surge mucho antes de la llegada de los franceses el conjunto que hoy conocemos como Mariachi y que deriva de nuestra lengua nahua denominando no al grupo sino a los fandangos. Vistiendo originalmente calzón de manta, huarache, sombrero grande de sayate y jorongo o sarape cuando el frío lo ameritaba, porque hay que recordar que los músicos de pueblo que tocaban para el pueblo no tenían acceso a los ingresos de los hacendados ni mucho menos se codeaban con los capataces. Así transcurriendo los siglos de la esclavitud y la época independentista la población de menos a más celebraba sus fandangos, hasta que llegaron otros invasores, esta vez desde Francia que en un período muy corto de dominio van a querer atribuirse hasta el nombre por aquellos de “mariage” o se la boda (como si han de ver sido miles las de ellos). Lástima que nos les haya quedado tiempo de enseñarnos el can can.
Incursionando en los finales del siglo XIX en la Capital de la República los conjuntos comienzan a incursionar en plazas y barrios, llegando a debutar en los teatros en los albores del siglo XX. Gracias a la difusión dada a la danza por parte de la Compañía Rusa de Bailes Clásicos encabezada por su estrella Anna Pavlova quien incluso a través del espectáculo Fantasía Mexicana recrea al Jarabe Tapatío, cobra gran interés las Danzas Folklóricas Mexicanas y desde 1901 gracias a que el compositor y pianista Miguel lerdo de tejada vistió a sus músicos de charros, los grupos de mariachi y los danzantes comenzaron a uniformarse utilizando al principio las mismas vestimentas que usaban los charros y sus agrupaciones emergentes en esas mismas fechas. Entre los veinte y treinta comenzaran las primeras grabaciones que no incluyen la trompeta ni los cantantes solistas. Será después cuando se de la explosión de lo mexicano por conducto del cinematógrafo quien crea los charros cantores aprovechando el fracaso de un cantante de opera al que conocemos como Jorge Negrete, llevando al estrellato al sinaloense Pedro Infante: empistolando al macho mexicano, dibujándolo borracho y mujeriego. Seguirá una lista interminable en la que destacan José Alfredo Jiménez, Javier Solís, Antonio Aguilar y Vicente Fernández. Y para contrarrestarse crea una nueva adelita que a falta de voz tuvo que conformarse con exhibir la belleza femenina de María Félix, girando a sus alrededor las primeras cantantes encabezadas por Lucha Reyes y que después se convertirán en Lola Beltrán, Lucha Villa y muchísimas mas. Con la televisión ya ni se diga del crecimiento del mundo del espectáculo y la farándula transforman hasta los baladistas en cantantes de ranchero desde Juan Gabriel hasta Luis Miguel. Convirtiendo a los rebeldes rockanroleros como Alberto Vázquez y Angélica María en grandes exponentes de la música vernácula. Y para no quedarse atrás hasta los extranjeros también le entran al ruedo como Rocío Durcal y Leo Dan nomás por mencionar nombres. No ha faltado quien le ponga retrasen otros idiomas haber si pega. Ya no hablemos de los agravios porque el simbólico traje lleno de bordados y embotonados de oro y plata han sido reducidos al mínimo por el grupo Garibaldi y sus minifaldas además de otros artistas productos de exportación fabricados por Televisa y TV Azteca.
Y mientras que en las marquesinas de grandes teatros alrededor del mundo se observan los nombres de los más prestigiados mariachis que no llegan ni a cinco, en cantinas, plazas, barriadas, centros nocturnos, restaurantes, serenatas y toda clase de tugurios deambulan miles de mariachis anónimos ganándose el pan de cada día, ignorados y despreciados, interpretando sones que fueron agenciados y registrados por arreglistas que se han llevado los créditos y seguirán incrementando sus arcas no solo con las regalías sino también con la autoria. Y para estar de acuerdo con la época del úsese y tírese se utiliza al mariachi para tocar de todo, desde música clásica hasta cumbias y lo peor distorsionado la esencia de otros géneros y regiones como lo es con el son huasteco al que incluso le llaman huapango y con versiones de sones veracruzanos, danzas regionales de Chiapas, Oaxaca y demás. Con la suposición de que Mariachi significa Ranchero todo se transforma en eso como el Bolero y el Corrido. Pero entre todos los males que agobian al Mariachi y a toda la música mexicana, es el abuso y manipulación que le han dado los gobernantes desde hace muchos sexenios atrás, así como el duopolio televisivo lo ha venido haciendo el antes monopolio partidista vestido de tricolor se ha apropiado del mariachi participándolo del jolgorio político nacional, utilizándolo como exponente y embajador, nomás acuérdense de Don Luis y Doña Esther, de los dos Adolfos, de Gustavo, de José, de Miguel, de Carlos y de Ernesto. Y de funcionarios, delegados, diputados, senadores, presidentes municipales, gobernadores, embajadores, cónsules y secretarías. Tanto daño que le han hecho al pueblo y a su cultura que hasta los mismos interpretes musicales ya se están tragando el cuento y piensan que Mariachi es sinónimo de México. Están equivocados, sentimos decepcionar a muchos, pero el mariachi tal y como se presenta actualmente difiere y es opuesto a lo que somos, porque en esta época de crisis y tras años de lucha por la independencia, la reforma, la revolución y lo que viene; el pueblo mexicano ni es macho, ni es jugador, ni es borracho, ni es bravucón, ni es mujeriego. El tequila, la baraja, la pistola, el vicio y tantos sinónimos que se puedan encontrar son etiquetas que se nos han puesto para justificar el sometimiento y la esclavitud. Ojala poco a poco tomen razón los mariachis y se vayan quitando trajes bordados de joyas ya que no corresponden a la miseria que viven los mexicanos dentro y fuera del país y desaparezcan el revolver o al menos apunten hacia otro lado y no se olviden nunca de tocar los auténticos sones y jarabes tradicionales. Porque si no seguiremos bailando con la mas fea y el fandango se va ir al fango.
lunes, 14 de febrero de 2011
soy latinoamoricanto
AMOR
POESIA
NUEVA CANCION
MUSICA LATINOAMERICANA
miércoles, 9 de febrero de 2011
SI ME MUERO QUE SEPAN QUE HE VIVIDO
SI ME MUERO QUE SEPAN QUE HE VIVIDO
LUCHANDO POR LA VIDA Y POR LA PAZ
APENAS HE PODIDO CON LA PLUMA
APLAUDANME CANTAR
SI ME MUERO SERA PORQUE HE NACIDO
PARA DEJAR EL TIEMPO A LOS DE ATRAS
CONFIO QUE ENTRE TODOS DEJAREMOS
A EL HOMBRE EN SU LUGAR
EN HOMENAJE
A EUGENIO TOUSSAINT
Y A SALVADOR "EL NEGRO" OJEDA
TODAVIA NO NOS REPONEMOS DE LA PARTIDA DE MARCIAL ALEJANDRO, DE CACHO DUVANCED, DE MERCEDES SOSA Y DE JOSE CARBAJAL "EL SABALERO"
Y AHORA LA NOTICIAS NOS DEJAN CON TRISTEZA, ELLOS NOS DEJAN UN GRAN LEGADO Y AHORA CORRESPONDE EL TURNO DE LAS NUEVAS GENERACIONES. LOS RECORDAREMOS SIEMPRE Y CON ESTA CANCION QUE ESCUCHABAMOS DE NUESTROS COMPAÑEROS DEL GRUPO PAPALOTE LES RENDIMOS UN MODESTO HOMENAJE. UN ABRAZO A TODOS NUESTROS COMPAÑEROS DEL GREMIO. A LOS AMIGOS Y FAMILIARES NUESTRO MAS SENTIDO PESAME
SI ME MUERO YA SE QUE NO VERE
NARANJAS DE LA CHINA NI EL TRIGAL
HE LEVANTADO EL ROSTRO
ESO ME BASTA
OTROS ACECHARAN....
¡la lucha de liberación es ante todo un acto de cultura!
GRUPO SALARIO MINIMO
FEBRERO 10 DEL 2011
viernes, 4 de febrero de 2011
UN POCO DE NUESTRO MUCHO MEXICO
REGRESAMOS A NUESTRA PROGRAMACION HABITUAL
GRACIAS POR SU APOYO Y MANTENGANSE EN SINTONIA.
jueves, 20 de enero de 2011
llegaron los del SALARIO MINIMO

martes, 4 de enero de 2011
NUEVA CANCION GRUPOS MEXICANOS DE LOS 70's
Comenzamos el 2011 con música de los grupos mexicanos de la nueva canción en los años 70's.
sábado, 18 de diciembre de 2010
AÑORANZAS DECEMBRINAS
Tomando en cuenta los calendarios, Jesucristo nació hace 2010 años, sin embargo en México se sabe de su nacimiento hasta 1521 (quizás antes desde 1492) es decir unos 489 años aproximadamente, de ese tiempo a la fecha los mexicanos cambiamos de idioma, alimentación, vestido, conducta y religión (por supuesto) entre muchas otras cosas. Esto fue de dos maneras: por la buena y por la mala, imperando más la segunda que la primera. Al paso de que le pueblo mexicano va siendo evangelizado van imponiéndose costumbres muy diferentes pero de pasada se van incorporando elementos de las anteriores culturas, tal es el caso de Tonantzin-Guadalupe, Quetzalcoatl-Santo Tomas y de Huichilopoztli-Jesucristo. La forma más simple de ver estas fusiones es en las representaciones que se hacen con motivo de las celebraciones patronales, pues en el atrio de las iglesias contemplamos las danzas, cantos y alabanzas con un alto contenido prehispánico. Incluso hay una coincidencia de fechas y hasta de sitios como es un 12 de diciembre y el cerro del Tepeyac en el caso de Tonantzin-Guadalupe y respeto a Huichilopoztli-Jesucristo la coincidencia es que la celebración mexica del nacimiento de Huichilopoztli se da en el mes llamado Panquetzaliztli que abarca del 7 al 26 de diciembre. No tratamos en esta ocasión de crear una polémica acerca de la religión, solamente mencionamos estos aspectos con el sentido de dar datos y detalles de las celebraciones navideñas mexicanas.
Y ¿cuál es la forma en que festejamos la navidad los mexicanos? Pues esto también ha ido cambiando con el paso de los años, ahora la navidad es muy diferente ya que poco a poco se han ido perdiendo las tradiciones y el significado de estas y nos hemos vuelto consumistas, sino no lo creen vayan a los almacenes a ver la gran cantidad de compradores que hay (a pesar de la crisis y todo) o simplemente vean las ganancias de los comerciantes en comparación a otras festividades. Así de esta forma ya no vamos al mercadito a comprar el heno, la paja, el musgo, los animalitos y personajes para nuestro nacimiento, preferimos el árbol llamado de navidad proveniente de los países nórdicos, lleno de luces y esferas y hasta con un trenecito en la base, compramos gran cantidad de adornos y muñecos que van desde los de Disneylandia hasta los Powers Rangers y por si fuera poco nos vamos de vacaciones y a divertirnos en una soleada playa. Van quedando atrás las pastorelas y las posadas y con ello cánticos, comidas y hasta nuestras famosas piñatas. ¿Qué? “No es cierto que las piñatas vayan desapareciendo” alguien nos comento una ocasión “si hasta los gringos las compran, a lo que aclaramos que es cierto que las piñatas no solo persisten sino que se han popularizado más como es el caso de que las vemos en cumpleaños y celebraciones como el 5 de mayo, pero a lo que nos referimos es a su contenido y de paso aclaramos que el contenido se refiere tanto a lo que lleva por dentro como a su significado espiritual. “¿No me vayan a salir con que las piñatas significan algo?” nos comentan de nuevo. Pues si y por si no lo sabían las piñatas tienen su simbolismo quizás diferente entre las culturas mesoamericanas con las europeas, pero lo tienen. Hoy las piñatas continúan, es cierto con miles de formas pero lo que ya no continúan son sus cantos “¿Cuáles?” pues el “dale dale no pierdas el tino” y otros al igual que en las posadas en donde solo se va a bailar y a beber sin cantar los versos de “en el nombre del cieeeeelo yo os pido posaaaaada” y otros.
Y como dijimos anteriormente no queremos meternos en el tema religioso pero la fe se va perdiendo al igual que las tradiciones. Como añoramos aquellas posadas con su ponche, los confetis, los canelones, los tejocotes, las jícamas, las cañas, las guayabas y la tan sabrosa comida con sus romeritos, bacalao, buñuelos y tamales. Pero como dijeran por ahí “recordar es vivir” y pues el único consuelo que nos queda esta navidad es admirar la flor de nochebuena del jardín. “Ahora si ya salió lo gringo” nos dicen de nuevo “no ves que esa planta se llama Poinsettia? Y la compran mucho los gabachos para decorar sus casas en esas fechas” ¿Quién dijo que es una planta de los gringos? respondemos, pues en realidad es la planta mas mexicana que hay y se llama Cuatlexochitl (que no es su nombre científico). Finalmente nos dicen “Si siguen inventando esas cosas ya no les va a traer nada Santa Claus” Por fortuna a nosotros desde niños al igual que Panfilo el de las famosas ardillitas de navidad de Lalo Guerrero nos traen los juguetes los Santos Reyes.
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